Sonreír es sentirse bien,
hacer sonreír nos produce felicidad plena.
Cuando sonríes es
posible sentirse menos estresado. Cuando sonríes también sientes que si tenías
algo de dolor, lo puedes soportar ahora mejor. Una sonrisa nos hace sentir
relajados y distraídos.
¿Será entonces verdad
eso que dicen que reír alarga la vida? Sí, algo de verdad hay en ello… ¿Y sabes
por qué? Porque si mi cerebro ríe, libera endorfinas. La liberación de
endorfinas está presente en todos los estados de ánimo positivo y una de las
responsables más importantes de la sensación de placer o de que el cerebro nos
anestesie con rapidez cuando sufrimos un daño.
Además, cuando nos
reímos reducimos la liberación de cortisol, la hormona del estrés; para
compensarlo, el cerebro libera dopamina, una sustancia que se asocia con
emociones positivas. Con la risa logramos también liberar energía negativa del
cuerpo, tal y como nos contó Freud.
“Una sonrisa cuesta poco pero
vale mucho.
Quien la da es feliz y quien
la recibe la agradece.
perdura toda una vida”
Quiero seguir
convenciéndote para que no pierdas la sonrisa, así que te contaré que cuando
activas los músculos faciales encargados de la risa tu cerebro comienzo a
liberar inmediatamente dopamina y endorfinas, aunque la sonrisa no sea
espontánea. Este último matiz es muy importante, ya que implica que cambiando nuestra
gestualización de manera consciente podemos también cambiar nuestro estado de ánimo.
Raro???... puede ser. Efectivo??? No lo dudes!!
Por otro lado, ¿qué
ocurrirá entonces si me hacen reír? Simple… tu cerebro se oxigenará y tu
sistema límbico se activará y con ello facilitará las funciones de retención de
memoria. Así, no olvides hacer reír antes de contar algo que quieras que
alguien recuerde. Su cerebro estará más preparado para codificar, retener y
recuperar esa información.
Efectos sociales de
la risa
Dicho esto... cada
acción tiene una reacción. Y Lo cierto es que la sonrisa socialmente nos hace
más atractivos; alguien sonriente siempre va a ofrecer una compañía más
deseable que alguien que no sonría o que frunza el ceño nada más conocer a otra
persona.
El Hombre con la risa más contagiosa del mundo
La risa proyecta una
imagen de seguridad y estima en uno mismo, genera más confianza e invita a que
los demás se acerquen. Así, cuando sonríes te sentirás más optimista, generando
una mejor versión de vos, una versión que luego trasladarás (y contagiarás) al
exterior.
La sonrisa tiene el
poder de generar sonrisas en los demás gracias a nuestras “neuronas espejo“.
Estas neuronas se encargan de imitar de forma innata aquello que vemos del
exterior. Por eso a veces cuando oímos o vemos a alguien con un ataque de risa,
nos ponemos a hacer lo mismo sin saber porque, nos contagiamos de su energía
positiva.
Fuente Extraída: Adriana Diez – lamenteesmaravillosa.com